¿Cuáles son las mejores cervezas alemanas?
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Alemania es un país que ha tenido muchos cambios a lo largo de la historia, sin embargo una de las cosas que ha mantenido a pesar de su constante transformación como nación es su cerveza.
Es probable que cuando escuches la palabra Alemania lo primero que se te venga a la mente sean automóviles, rubias de 1.80, salchichas o cualquier otra cosa. Pero a la gran mayoría de las personas que escuchamos el nombre de este país situado en el corazón de Europa, se nos viene la imagen del tradicional Oktoberfest o un tarro lleno de espumosa cerveza clara. Es verdad, Alemania sin cerveza, no es Alemania.
Actualmente en Alemania hay aproximadamente 1,400 fábricas de cerveza, de las cuales la mayor parte de ellas se encuentran en la región de la Baviera, al sur del país. La gran mayoría de estas fábricas operan bajo un estándar muy peculiar llamado Reinheitsgebot que se traduciría como “decreto de pureza”. ¿Qué significa? Básicamente para producir cerveza solo puedes utilizar agua, cebada y lúpulo; aunque en los últimos años empezaron a permitir agregarle azúcar y levadura para mantener un estándar de calidad y homogeneidad a las marcas, los alemanes se sienten muy orgullosos de su cerveza tradicional.
Variedad de cervezas en Alemania
Cuando entras a un bar alemán y pides una cerveza tienes que ser lo más específico posible ya que hay muchísimos tipos y estilos.
Encontramos desde la típica Kölsch de la región de Colonia o las Helles y Weißbier de Múnich. Es decir, hay tantas marcas, estilos, incluso hasta grados de alcohol distintos que difícilmente el bartender o el mesero entiendan “Una cerveza, por favor”. Toma nota si viajas a Alemania.
Dato curioso, En algunas zonas del país la edad mínima para tomar cerveza son los 14 años, eso sí, deben de estar acompañados de un tutor legal. En prácticamente todas las regiones desde los 16 años puedes tomar cerveza y otros licores que no sean “duros”, como suele suceder en otras naciones de Europa.
1. Weihenstephan Hefe Weißbier
La Hefeweizen es una cerveza hecha a base de trigo de estilo bávaro. Muchos especialistas la consideran como la mejor cerveza que se fabrica en Alemania ya que tiene la levadura una dulzura muy particular (con sabor frutal, similar al de las frutas tropicales) lo convierte en una cerveza muy refrescante para beber antes de una comida o una cena ligera. Otro dato que hay que tener muy en cuenta de esta marca es que Weihenstephan es la fábrica de cerveza más antigua del mundo, haciendo fenomenales Hefe desde 1041.
2. Warsteiner premium Verum
Elaborada en la región del norte en Westfalia, este tipo de cerveza cuenta con 4.8%, lo que es idóneo para beber todos los días a la hora del almuerzo o después del trabajo disfrutando de la brisa de verano en un restaurante con vista a la calle. Tiene un sabor firme y ligeramente amargo, sin embargo es fácil de beber y no aburrirse.
Es una de las favoritas de los locales.
3. Erdinger Kristall
Erdinger es una de las empresas cerveceras alemanas más populares en todo el país y alrededor de Europa, además cuenta con la mayor fábrica de cerveza de trigo del mundo. Entre sus productos estelares está la Kristall, una de las cervezas más amadas entre los fanáticos de esta bebida por ser extremadamente refrescante, hasta hay una frase muy famosa en los bares que dice: “Kristall es el perfecto extintor en los días calurosos de verano”. En cierto modo pudiéramos decir que es una versión cristalina de la tradicional Hefeweizen.
Muchos acostumbran beberla con una rodaja de limón para acentuar todavía más su frescura.
4. Schumacher Alt
Brauerei Schumacher es una de las cerveceras tradicionales de Düsseldorf y considerada como una de las primeras fábricas de cerveza fermentada del área. Entre sus marcas principales está la afamada Alt.
Como buenos alemanes su receta nunca falla. Esta exquisita cerveza vale la pena probarla de vez en cuando ya que si exageras pierde su gracia. De hecho, esta cerveza es tan buena que va más allá de la cerveza, en realidad la podemos considerar como un fenómeno.
Si visitas algún día Düsseldorf, sí o sí debes de probarla, te lo aseguro.