8 cosas que debes hacer en las primeras 24 horas de un viaje
Guía completa de consejos para ayudarte a viajar barato y dentro de tu presupuesto
Muchas personas, particularmente los viajeros más novatos, creen que después de bajar del avión y tomar el taxi hacia el hotel, lo único que les quedará por hacer es disfrutar el resto del viaje. Pero ¿Realmente eso pasa?
La respuesta es No. Si agregas otros factores como lo son el jet lag, el agotamiento y el aturdimiento típico después de aterrizar, te das cuenta que las primeras 24 horas de un viaje siempre serán las más complicadas; tanto física como mentalmente.
Aunque con el paso del tiempo y los viajes, le empiezas a tomar cierto cariño a ese momento turbio y lleno de confusión, es importante aprender a sobrellevarlo para que así disfrutes todavía más tu viaje desde el inicio.
Si viajarás próximamente a un destino lejano que no conoces, estos consejos pueden ser de mucha ayuda. [no_toc]
1. Actitud positiva hacia lo nuevo
Como se dice comúnmente: “La primera impresión es la más importante”.
En ocasiones por alguna razón, a la mente humana no ’le gustan mucho’ las cosas nuevas. Inclusive situaciones que pueden ser enriquecedoras para ti.
Para dar una mejor idea de este concepto, imagina. No sé si te ha pasado que haces algo nuevo, algo que no estás acostumbrado, y luego de hacerlo sientes esa sensación de ‘extrañeza’ e incluso de incomodidad. Si te ha pasado, no te preocupes, es algo bastante habitual.
A este fenómeno se le conoce como “zona de confort” (sí, el mismo concepto que aparece en los libros de ‘autoayuda’). En pocas palabras, es un mecanismo biológico para alejarte del peligro (aunque no estés en verdadero peligro).
¿Cómo superarlo? Fácil, ser consciente de lo que estás viviendo y tener siempre una actitud positiva.
2. Haz la reserva del hotel con antelación
Para llegar con tranquilidad a tu destino, por lo menos debes tener la reservación del hotel o el albergue donde te quedarás. Es muy importante hacerlo porque luego puede ser conflictivo y estresante conseguir hospedaje de último momento.
A algunos viajeros les gusta la idea de los “viajes improvisados”, en todo el sentido de la palabra. Es decir, viajar a algún lugar de forma espontánea teniendo ningún tipo de planes.
Aunque este es un estilo de viajar que a muchos les funciona, lo cierto es que no es recomendable hacerlo para aquellos que buscan más relajarse y disfrutar el momento. Esta manera de viajar con ‘0 planificación’ funciona en personas que quieren vivir emociones fuertes y buscan ponerse a prueba a sí mismo, pero no para los que simplemente quieren pasársela bien en todo momento.
3. Ten una idea clara hacia dónde te dirigirás
Ya que aterrizaste, recogiste tu equipaje y te diriges a la zona de taxis o al metro, mínimo deberías tener una idea de a dónde tienes que ir.
Si bien, si nos guiamos por el puro sentido común lo haríamos siempre, en realidad hay veces que no tenemos un “mapa mental” más o menos exacto para dirigirnos por lo menos al hotel. O sea, qué estación de tren queda cerca, dónde transbordar, la distancia aproximada desde el aeropuerto, etc.
4. Aprende algunas frases en el idioma local
Si viajas al extranjero, a un país que no se hable el mismo idioma que tú, por lo menos deberías tener nociones de la lengua que hablan los locales.
Como explicamos en el artículo Método para aprender un idioma en 15 días, no es necesario tener un amplio manejo del idioma. Con que te sepas las palabras o frases más usadas como “Hola”, “Por Favor” y “Gracias”, además de unas cuantas otras como “¿Cómo puedo ir a tal lugar…?” o “¿Cuánto cuesta esto?”, es más que suficiente.
5. No hagas tantos planes el primer día
Las primeras 24 horas de un viaje siempre son agotadoras, incluso aunque hayas hecho un viaje relativamente corto. Sin embargo la emoción propia de que estarás en un lugar nuevo puede empujarte a planear una gran cantidad de actividades desde el primer día.
Recuerda, las ideas que se te pueden venir a la mente antes de viajar, no necesariamente serán las mismas que cuando ya estés en tu destino. Así que evita ‘sobreplanear’ el primer día.
Siempre piensa que el primer día es para descansar y habituarte al sitio. Ya para el segundo puedes hacer lo que desees y al mismo tiempo disfrutarás mucho más el viaje que si no hubieras descansado el día anterior. Te lo aseguramos.
6. Toma mucha agua
Estar hidratado es importante, en especial luego de viajes largos. No importa que viajes al calor y la humedad de la selva Amazonas o al clima frío de la Antártida; siempre tienes que tomar mucha agua a donde quiera que vayas.
Como explicamos en el post de 12 consejos para viajes de avión largos, muchas veces el aturdimiento y los mareos que sentimos luego de aterrizar o después de un largo viaje en carretera, pueden ser causados por la falta de líquidos.
Por cierto, intenta evitar la cafeína ya que es un diurético que aumenta la deshidratación.
7. Si viajas en solitario, intenta conocer a otras personas
Cuando llegas a una nueva ciudad, el conocer a alguien puede ser útil para que te de consejos y sugerencias de los lugares a los que puedes ir, pero también es de mucha ayuda para que te sientas más cómodo, o como dice la frase popular, “para que te sientas como en casa”.
Si te quedarás en un hostal o albergue con cuartos compartido, es bastante fácil hacer amigos desde el primer momento. En el caso de que te quedes en un hotel ‘normal’, puedes buscar gente local que esté dispuesta ayudarte en decenas de foros de viajes por internet.
El tema de viajar solo lo hemos tocado un buen número de veces en este sitio. Si deseas más información al respecto, no olvides darle un vistazo a los artículos.
8. Si todavía hay luz, da una larga caminata
El dar un paseo después de llegar al hotel, es una buena forma de descubrir las cosas interesantes que hay alrededor, habituarte un poco más rápido al clima del lugar y claro, estirar las piernas luego de estar muchas horas sentado.
Si no tienes ningún plan en particular después de llegar y sientes la necesidad de hacer algo, intenta pasear por las calles de la zona y explorar un poco de lo que te puede ofrecer la ciudad.