5 Valiosas lecciones de vida que aprendes cuando viajas solo
Guía completa de consejos para ayudarte a viajar barato y dentro de tu presupuesto
Si has leído el blog desde hace tiempo, sabrás que el tema de “viajar solo” es bastante recurrente en nuestras publicaciones. Puede que alguno de nuestros más fieles lectores diga: “de seguro no tienen otro tema para escribir”, sin embargo la realidad es que es un tópico que tiene mucha tela de donde cortar…
Es cierto que viajar en compañía, como puede ser con tu familia, pareja, amigos, etc., es divertido y enriquecido. Sin embargo, como bien comenta Ian Wright, el afamado presentador del programa de viajes Lonely Planet: “el viajar solo es de las pocas formas de conocerte realmente a ti mismo porque te pone al límite de tus capacidades”.
Como viajero con algunos kilómetros recorridos en este lugar llamado mundo, he aprendido y descubierto tantas cosas al viajar solo que inclusive la mayoría de las veces prefiero conocer nuevos lugares sin compañía. Paradójicamente, a la mayoría de las personas le sucede todo lo contrario; es decir, por miedo a estar solos y no tener algún acompáñate, la gente lo pone como excusa para no viajar.
Por esa razón y para motivarte a salir de casa aunque no tengas a nadie que te acompañe, el día de hoy te compartiré lo que he aprendido al viajar solo.
1# Entendí lo que de verdad significa la palabra libertad
En el mundo que vivimos hoy en día, lleno de obligaciones como ir a trabajar, estudiar, pasear al perro y demás actividades habituales que hacemos sin pensar, es común confundir conceptos tan comunes pero a la vez difíciles de entender como lo son la libertad de hacer lo que te plazca y vivir la vida sin ataduras.
El viajar solo me enseñó lo que se siente hacer las cosas por gusto y no por las creencias “políticamente correctas” que son programadas en nosotros desde que somos niños. Es decir, por ejemplo, puedes comer lo que quieras, levantarte a la hora que se te dé en gana y visitar los sitios que te plazcan sin la necesidad de darle cuentas a alguien.
Es una sensación tan extraña y al mismo tiempo tan gratificante, que tu forma de ver la vida cambia totalmente.
2# El ‘miedo’ como yo lo conocía, perdió todo significado
Como bien sabrán, el miedo es un mecanismo biológico que todo ser vivo tiene. Aunque gracias a él, todas las especies que hay hoy en día sobre la tierra existen, muchas veces este “sentido” que nos mantiene fuera del peligro y posiblemente nos haya salvado la vida en alguna que otra ocasión, se puede convertir en nuestro peor enemigo.
Ideas como “me da miedo lo que digan los demás de mi…”, “que pasará si digo una palabra que no debía de haber dicho…”, “que sucede si todo lo que he hecho no vale la pena…”, etc. Son simples temores psicológicos que en vez de alejarte de situaciones que pueden realmente matarte, te estancan y hacen que pierdas la oportunidad de vivir esas experiencias tan asombrosas que nos da la vida.
El viajar solo, me ha ayudado a eso: saber separar el miedo real (instintivo), de miedos creados por creencias psicológicas absurdas.
3# Viajar solo, no significa viajar realmente “solo”
De las experiencias que más disfruto al viajar es conocer a nuevas personas. Aunque puede que no compartamos la misma cultura, creencias e incluso el idioma, el tener amigos en todas partes del mundo es algo que crea una curiosa e invaluable sensación de “estar acompañado en todo momento, donde quiera que vayas”.
Irónicamente, ese “cosquilleo” de hacer amigos en todas partes donde viajes, solamente lo puedes logras si no estás acompañado. ¿Por qué sucede esto? Por lo general, cuando viajas con alguien esa necesidad de conocer más a fondo a la gente desaparece ya que tu inconsciente te susurra “¿Para qué conocer a más personas, si ya estoy acompañado de alguien?”; mientras tanto, al no tener a nadie conocido a tu lado, hasta la persona más tímida que conozcas puede convertirse en extrovertida.
Como dicen: “a veces se necesita la soledad para apreciar más a la gente”.
4# Descubres tus verdaderos límites
Tengo que admitir que el viajar solo para nada es fácil, bueno, tampoco es una proeza imposible de lograr pero tampoco significa que en todo momento la vas a pasar bien.
Por ejemplo, hace algunos años cuando hice mí primer viaje de mochilero por Europa del Este, en el afán de ahorrar unos cuantos euros terminé hospedándome en hostales que ni los más aventureros se hubieran atrevido a quedarse. Afortunadamente no me pasó nada, pero fueron momentos de bastante estrés para mí.
5# Aprendes a apreciarte a ti mismo
Muchas veces somos duros con nosotros mismos y no sabemos apreciar nuestras virtudes. Es cierto que vinimos en un mundo donde la perfección es un ideal, pero hay que entender que la perfección realmente no existe. Desafortunadamente (o afortunadamente), la única forma para entender esta creencia es poniéndola a prueba, y que mejor que hacerlo fuera de tu zona de confort, o sea, viajando.
Al estar solo tienes la ventaja de que no estas con alguien que te pueda juzgar (algo que en la vida diaria es difícil de conseguir), por lo que es mucho más fácil entender que al final del día la persona más importante de este mundo para ti, eres tú.
Lo sé, sonó a libro de autoayuda barato, pero de verdad cuando te aceptas tal cual eres, tu panorama cambiará totalmente para bien.